Es un producto natural, muy reconocible por su color y aroma, con unas características singulares que lo hacen excepcional. La cera de abejas es sólida a temperatura ambiente y funde a 64° C, aproximadamente. Las velas de cera de abeja al arder se consumen más lentamente, por tanto, duran más tiempo que las velas de parafina u otros tipos de cera sintéticas.
Además, la cera de abeja produce iones negativos que limpian el aire de partículas contaminantes, por lo que son perfectas para purificar el ambiente.